jueves, 27 de septiembre de 2012
viernes, 14 de septiembre de 2012
Entretiempo
Las discusiones entre imprentas, clientes y servidores son perfectas para evadirse y hacer un garabato.
martes, 11 de septiembre de 2012
Capitán Ahab
El capitán Ahab, el hombre condenado por culpa de sus demonios interiores. Obsesionado por dar caza a Moby Dick, el gigantesco cachalote blanco que le arrancó una pierna cuando intentaba pescarla.
Es un hombre atormentado por el dolor, dolor que transforma en odio y le hace perseguir una pesadilla que más parece un fantasma.
Ese dolor primario, su incapaz de olvidarlo, lo llevará a un destino catastrófico y mortal. Y eso es lo que nos pasa por no olvidar: nos condenamos a sufrir como bestias por dolores del pasado y no hacemos más que buscar nuestra propia ballena blanca.
(bocetillo rápido de escaqueo)
Es un hombre atormentado por el dolor, dolor que transforma en odio y le hace perseguir una pesadilla que más parece un fantasma.
Ese dolor primario, su incapaz de olvidarlo, lo llevará a un destino catastrófico y mortal. Y eso es lo que nos pasa por no olvidar: nos condenamos a sufrir como bestias por dolores del pasado y no hacemos más que buscar nuestra propia ballena blanca.
(bocetillo rápido de escaqueo)
miércoles, 5 de septiembre de 2012
Llamadme Ismael
“Llamadme
Ismael. Hace unos años -no importa cuánto tiempo exactamente- con muy
poco o ningún dinero en el bolsillo y sin nada en tierra que me
interesara, creí que podría ir a navegar por ahí y ver la parte acuática
del mundo. Es mi modo de ahuyentar la melancolía y regular la
circulación. Cada vez que me sorprendo con una expresión de tristeza en
la boca que va en aumento; cada vez que me descub
ro
deteniéndome involuntariamente ante las tiendas de ataúdes, y siguiendo
a cualquier funeral con que me encuentro; y especialmente si la
hipocondría me domina de tal modo que hace falta un sólido principio
moral para no salir a la calle y derribar metódicamente los sombreros de
los transeúntes, entonces, comprendo que ha llegado la hora de hacerme a
la mar cuanto antes. Este es mi sustituto para la pistola y la bala.
Con una floritura filosófica, Catón se arroja sobre su espada;
calladamente, yo me subo a un barco. En esto no hay nada sorprendente.
Aun sin saberlo, cualquier hombre que se precie, en alguna otra ocasión,
abrigaría sentimientos muy parecidos a los míos respecto al océano”
Así empieza la gran obra de Herman Melville que me tiene de cabeza: Moby Dick.
He tardado mucho en coger ánimos para leerla, básicamente desde que leí por primera vez "Bone", ya que era su libro favorito y siempre lo llevaba en una mochilita (si no habéis leido "Bone" de Jeff Smith, ya tardáis)....eso y mi admiración por le mar, como más de una vez he dejado clara por aquí.
El caso, al fín me decidí a leerla y me está encantando (aunque a veces se atasca, pero no hay nada que un buen trago de ron no haga caer para dentro).
Estos dos personajes son parte protagonista esencial d ela novela: Ismael (narrador) y Queequeg, el caníbal. No diré nada si alguien no la ha leído y la quiere leer, pero de sobra es conocida la historia, no obstante y por si acaso, nada de spoilers (palabra de moda a más no poder).
Para no variar, son dibujos rápidos entre trabajo y trabajo. El día que me siente a dibujar de verdad se acabará el mundo.
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