Llega el señor noviembre.
Con él llegan los fríos mañaneros, los cafés calentitos, los calcetines, las mantas, los abrigos, las hojas por el suelo y la lluvia helada, porque el señor noviembre es la antesala al señor diciembre, cabroncete y reconfortante a la vez. Después del calor que hemos pasado, el frío será más que bienvenido.
Últimamanete ando bloqueado en casi todo lo que hago (artísticamente hablando), pero creo que empiezo a remontar, al menos un poquito; y el hecho de tener que estar en reposo toda la tarde por el desgarro de mi pierna (ahora el nota lleva muletas) incita a dibujar en el cuadernaco A3 que me compré el otro día, dios, que gustazo de papel blanco, grueso, un poco satinado y nada rugoso (arto ya de cuadernos de esbozos Guarro)...
Por lo demás, salud y buenos alimentos, que dijo el gran Rosendo Mercado.
3 comentarios:
El noviembre que antecede al diciembre y a sus lluvias. A las gotas que forman nuevas gotas en los charcos. Al aire juguetón que revolotea entre los cabellos. Al aroma a tierra húmeda...
...la nariz goteosa y roja, la navidad, los dedos de los pies morados de frio.... pero verás, mejor eso que los sudores veraniegos.
De eso si tengo ganas nena, de aroma a tierra mojada y, por supuesto, no tener que salir en toda la mañana, claro...para disfrutarla desde la ventana, jejeje...
Marcos, cualquier cosa es mejor que el puto calor que hemos pasado...yo con solo poder taparme para dormir, me vale.
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