Elliot Spencer fue capitán del ejército británico durante la Primera Guerra Mundial. Tras las atrocidades e intensas emociones allí vividas, el mundo que le rodeaba dejó de tener interés para él, y se aventuró a buscar otras realidades, recurriendo a sabidurías y leyendas ocultistas prohibidas.
Cayó en sus manos una antigua Caja-Puzzle, fabricada por el francés Phillip LeMarchand en 1784, por encargo de un burgués ocultista, el cual terminó de dar forma al instrumento llamado La Configuración del Lamento (la caja de Lemarchand). La resolución de la Caja-Puzzle no dependía sólo de sus engranajes; el ingrediente más importante corría a cargo del interesado, y no era otra cosa que el deseo auténtico de nuevos placeres o experiencias, lo cual Spencer tenía. Su trastorno mental (consecuencia de la Primera Guerra Mundial) y su aborrecimiento del mundo conocido lo llevaron, a la larga, a resolver el enigma de la caja. Al hacerlo, se introdujo en un mundo paralelo al nuestro (confundido por muchos con el infierno), donde el dolor y el placer son indivisibles, y donde conceptos como el bien y el mal escapan a definiciones certeras.
Su alma se fundió con el espíritu de Xipe Totec, el "Pontífice Oscuro del Dolor". Una eternidad saboreando los placeres de ese lugar le condujo eventualmente a ser líder de los llamados Cenobitas, seres que se encargaban de conceder el "placer prohibido" a quienes los buscaban. El propio Spencer, desnaturalizado ya de su faceta humana, fue conocido entre los mortales como Pinhead...y corre si lo ves venir.
3 comentarios:
Tas picao, ¿eh?...mola :)
muchas gracias ^_^
qué miedo me ha dado simpre ese "hombre"
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