Quise hacer una viñeta homenaje a la bola de pelo sociópata con la que (sobre)vivo ya que cumple dos años de vida y algo similar de convivencia conmigo, pero su estado mental se está volviendo más inestable por días y ya poco de gatito adorable tiene, sino un puto coñazo que no se calla ni está quieto debajo del agua (supongo que entre el tiempo que está solo, los cambios de tiempo y que se huele la próxima mudanza y el temible transportín, se está convirtiendo en el inestable felino con toques de sociopatía que duerme achuchao a mi pierna... pero aún así se le quiere).
Dos años sobreviviendo al demonio.
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