Sabéis porqué hablo tanto de mi gato o pongo fotos suyas o lo incluyo en mis caricaturas? Porque me cae de puta madre. Me encanta, el muy cabrón. Aunque tenga tendencias psicópatas, sea un sociópata empedernido, un vengativo, un desequilibrado o no tenga escrúpulos, nunca miente. Si tiene ganas de verte, vendrá, si no, o te dejará de lado o te pegará para que te alejes. Es así de sencillo. Jamás traiciona, aunque si se venga. Y a quien realmente aprecia, no le hace daño de verdad, se desquita reventando el sofá.
Llevo ya dos años y medio con él, desde que lo adopté. Llegó en un momento difícil y me hizo feliz.
Aprecio su compañía en los momentos de soledad, sus ganas de juego cuando se aburre o como se acurruca debajo de la manta cuando hace frío. Me encantaba que de pequeño se subiera a mi cabeza mientras dormía para pedirme el desayuno o que se meta entre mis dibujos y yo con un cabezazo de por medio.
Muchos podrán decir que es una moñada o una mariconada, pero sinceramente, veo más veces a mi gato que a toda la gente que pueda decir eso.
Y sabéis qué es lo mejor que tiene Sargento Botas Peludas (Flojo de Pantalón)? que es una de las pocas cosas de esta vida que me hacen realmente feliz.
(y le odio por no saber dibujar las extrañas líneas de su lomo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario