lunes, 6 de junio de 2011

Caricaturas de Juego de Tronos (parte II)

Brandon Stark, Hodor y Verano.

El dulce niño del verano, como lo llamó su vieja tata en su momento, quedó tullido por culpa de Jaime Lannister (más abajo), pero aún así no perdió las ganas. El gigantesco sirviente (y algo retrasado) Hodor, se ocupa de transportarlo de arriba a abajo filemente mientras les acompaña su lobo huargo, al cual le debe la vida: Verano (este niño, este gigante y este lobo tienen mucho camino por delante)





El Rey Robert de la casa Baratheon.

En su momento un dios de la guerra, ahora es un gorderas, putero, fiestero, borracho y malhablado, casado con una reina que jamás le hizo feliz y eternamente enamorado de la hermana hace tiempo muerta de Lord Eddard Stark. Tiene su propio carisma y está cansado de la vida que lleva, aún así, el espíritu guerrero nunca se perdió de su compañía.






Arya Stark.

Esta señorita de dama no tiene nada, solo sueña con ser caballero, empuñar una espada y dar por culo a todos esos cabrones que les han jodido la vida. Arya, a mi parecer, es un personaje que merece sobrevivir mucho tiempo, ya que lo que tiene que sufrir le hace tener una sed de venganza implacable. En su momento, por culpa del principe Joffrey, tuvo que separarse de su loba huargo Nymeria, pero estoy seguro que pronto se reecontrarán y habrá gresca de la buena.



Rikkon Stark y Peludo.

El pequeñín de los Stark, temperamental y osado y su lobo huargo Peludo, el único negro de l acamada de siete que en su momento se encontraron, es tan temperamental como su amo. De pelaje negro como el azabache y ojos de un verde esmeralda, es capaz de descuartizar a cualquiera en pocos mordiscos.





Los hermanos Lannister: el dios y el demonio.

Jaime, el dios de la belleza, mortal con la espada (y con otra cosa, pero solo lo deja para su hermana, a la que dedicaré otra caricatura en su momento) y su hermano enano Tyrion, el cual, para mí, el mejor personaje de la saga. Apodado el "Gnomo", este cabroncete sabe sobrevivir perfectamente a todas las situaciones posibles, ya que los dioses no le otorgaron los dones de su s hermanos, el se entrenó su propio don: el de la palabra; es capaz de engatusar hasta a las tribus bestiales de las montañas con tal de salvar el pellejo.