miércoles, 27 de junio de 2012

Bocetos, viajes y mudanzas

Está siendo una época diferente la actual y me distraigo tanto que no me pongo a dibujar nada. He viajado (por fín), ahora me mudo (adiós madriguera) y estoy trabajando lo mío, así que hasta dentro de un tiempo no habrá nada en condiciones, pero hoy escuchando la versión de las "Lluvias de Castamere" (adictos a "Canción de hielo y fuego" y a la serie sabrán de qué hablo) y, sin revelar spoilers, para que nadie me meta de toñas (he de decir que cada vez que la escucho se me mueve algo dentro recordando el día que lo leí), se me ha escapado el lápiz entre maquetación y maquetación y me ha salido un esbozo de lo que espero sea un perfecto acompañante para el tema en sí. Pronto empezaré de nuevo: nuevo piso, nuevos compañeros, nuevas ilusiones, nuevas enseñanzas, nuevos proyectos...pasan los meses y se tira para adelante, como se suele decir. Espero que a vosotros, los que me seguís y nunca comentáis (porque a los que comentan se como les va) también os vaya bien.




Y la versión en cuestión:

viernes, 8 de junio de 2012

Caricaturas de Juego de Tronos (el retorno): los caminantes blancos

Hace ya un tiempo que dejé de publicar caricaturas de esta serie que engancha tanto como los libros en los que se basa. La de hoy se la dedico a una parte de personajes que me encanta y que no le he dado nada de protagonismo: los caminantes blancos: guerreros que murieron más allá del muro y que volvieron buscando jarana con todo vivo que se encuentren para ensartarlo, trocearlo y papearlo. Dan miedo, están fríos y son unos cabronazos.

 En el muro tienen tres tipos de toques de cuerno y tres significados:

Un toque: vuelven los exploradores, hay que abrir las puertas del muro.

Dos toques: vienen los salvajes! coged vuestras armas y preparaos!

Tres toques: vienen los caminantes! huid!





viernes, 1 de junio de 2012

De Hemingway, el amor y África.


 Leyendo a Hemingway y su pasión por África (entre otras cosas), me quedé trilladísimo con un fragmento que habla sobre su amor por África, su pasión y sus añoranzas. El tío era un misógino, violento, borracho y mil cosas más, pero escribía como si le fuera la vida en cada palabra.




"Lo único que quería hacer ahora era volver a África. Todavía no nos habíamos marchado, en efecto, pero por las noches me despertaba y me quedaba tumbado, escuchando, añorando ya África. En aquel momento, mirando por el túnel de árboles que crecían por encima del barranco el cielo con nubes blancas movidas por el viento, amaba aquel país y era tan feliz como lo eres tras estar con una mujer a la que amas de verdad, cuando, vacío, sientes que vuelve a brotar y ahí está y nunca puedes tenerlo por entero, y sin embargo lo que hay ahora puedes tenerlo, y quieres más y más, tener y ser y vivir, poseerlo de nuevo para siempre, para ese siempre largo que acaba de repente; detener el tiempo a veces detenerlo tanto que luego te paras a oír cómo se mueve, y le cuesta ponerse en marcha Pero no estás solo, porque, si alguna vez la has amado de una manera dichosa y no trágica, ella te ama para siempre; tanto da a quién acabe amando y adónde vaya, ella te ama más a ti. Así que si has amado a alguna mujer y algún país eres muy afortunado y puedes morir tranquilo." (fragmento de "Verdes colinas de África", de Ernest Hemingway).