martes, 26 de noviembre de 2013

Se escribe biruji, pero se pronuncia "bairujer"

Ha llegado el frío a la ciudad del infierno, en la que no hace más calor porque si no se fundiría el alquitrán y caminaríamos por las cloacas (o el albero, que tanto le gusta la gente clásica de Sevilla).

Y con el frío llega la etapa dorada de los dueños de mininos: el asobine buscando calor. Relajan sus conductas delictivas (al menos mi pequeño sociópata lo hace) y se dedican a la búsqueda de rincones calentitos en los que arregomellarse.

Es un gustazo.